Felicidad de papel.

Sentir presión, que es realidad? Es cuando el mundo se nos viene abajo o cuando todo esta aparentemente bien pero aun así podemos sentirla, ahogando la respiración, encima de nuestra espalda como si fuera una roca invisible que solo nosotros vemos. La presión es acostarse en la cama, mirar al techo y pensar en todos estos problemas que nos agobian, quedarse en la ducha y sentir que las preocupaciones se van con el agua, sentir la suave brisa que nos hace respirar paz, es quedarse mirando un punto fijo e ignorar lo que pasa a nuestro alrededor, es mirarnos al espejo y preguntar Quien coños soy, y que hago con mi vida? Es mirar al cielo y pensar en todo lo que una vez nos hizo feliz, y sonreír al recordar momentos únicos, es pensar en posibilidades que hubieran podido pasar y cambiar el futuro en nuestra mente para pensar si quizás estaríamos mejor. Sentir presión es llevar una máscara con una sonrisa fingida pintada en ella y hasta cierto punto creerse esa felicidad de papel, que termina uniéndonos en ese agujero negro que nos absorbe cada vez más sin siquiera darnos cuenta. Pero en el momento menos indicado llega la luz, esa que brilla fuertemente pero no nos deja ciegos, esa que da esperanza, la misma que nos trae paz y nos saca de ese negro profundo en el que estamos metidos, que nos da ganas de vivir de un momento a otro. Todos tenemos una luz, puede ser interior, un sueño, una meta, una persona, hasta una simple mascota puede sacarnos de esa monotonía negra que nos invade. Tal vez estemos en el principio del agujero, de pronto al final, o quien sabe si hasta ahora lo estemos atravesando, lo cierto es que siempre habrá una luz, siempre habrá alguien y nunca faltara un sueño.