No quiero arriesgarme, se que aparece cada mañana y así el día sea gris,
esta allí, esperando para brillar en algun momento. Depender de algo
que alimenta a toda la galaxia, es atrevido, lo se, pero es inevitable.
Pienso que me enamore de sus colores otoñales, que lo necesito para
revivir mi esperanza, para sentirme feliz así tenga 100mil problemas
encima.
También necesito su opuesto, su lado oscuro, ese mismo que
hace que los gatos sean leones en la noche, lo que hace que el mundo
pare unos minutos, aquello que todos ignoran pero pocos prestamos
atención a su belleza lunar.
Necesito de ambos, para ser yo, una
mezcla entre lo amado y lo despreciado. Que deja un sabor amargo en la
boca pero a la vez un sonrisa macabra.
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